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MUCHO DADÁ

Ataudes de Papel

Qué cosas

Principio:

El día había no había sido bueno, pero tampoco había sido malo, nada especial le había pasado, un día digno de olvidar. Llegó a casa, dio de comer a su gato y se acostó pronto, sorprendentemente se durmió a los pocos minutos. Despertó de madrugada. Primero abrió los ojos en la oscuridad y estuvo escuchando un rato el zumbido de sus oídos. Ya no tenía sueño. Después alargó la mano y accionó el interruptor de la lámpara de su mesita de noche. Le desconcertó la luz. Su gato seguía durmiendo, un borracho cantaba en la calle. No pensó en nada. Finalmente se incorporó y se quedó sentado al borde de la cama. Su almohada se desdobló lentamente. La miró; le recordó a un cadáver. Lloró. Y todo empezó esa noche.

Final:

La noche no había sido buena, pero tampoco había sido mala, nada especial le había pasado. Al salir del último bar, en el que se había quedado solo, observó la belleza de los colores muertos del amanecer, algunas palomas madrugadoras alzaron el vuelo a su paso. Estaba empezando a lloviznar pero no aceleró el paso. Cuando llegó a casa cerró todas las contraventanas, se tomó un lexatín. Cerró los ojos, pensó en la vida que se va, en la muerte.Después se durmió y no soñó con nada.

Asi que:

Creo que me voy a tirar un mínimo de un año para averiguar lo que pasó entre estos dos parrafos que un Dios obsesivo me dictó anoche antes de dormir.Desearme suerte

Pequeño, siempre

He estado ejerciendo de arqueólogo personal, buscando en mis cajones, en mis papeles, en mis archivos, revisando mi vida literaria, que es mi única vida, y he encontrado rastros de antiguas civilizaciones que poblaron mi cerebro y de las que solamente quedan templos derruidos, altares de sacrificio, papeles arrugados y un tambor de detergente lleno de juguetes.

Empecé a escribir con 6 años, de vez en cuando, por imitar a mi padre y porque a los mayores les hacía mucha gracia. Y aquí sigo. Haciendo gracia a los mayores

niñez

Con 6 años, mi primer poema:

PECES
Peces que lloran debajo
del agua, peces que
cantan cuando yo canto.
Yo canto y lloro al mismo tiempo
que Laura llora y canta

Con 8 años:

AMANTA

Amanta, Amanta, nadando en la laguna,
en la barca fantasma te esperan
los demonios, con sus ojos púrpura,
sus ojos malditos.
¡Escapa, escapa, Amanta!
En el infinito de la oscuridad
los demonios te matarán,
te matarán, te amantarán,
y te quemarán en el infierno.
Te disecarán
y todo se quemará en el infinito,
pues todo se pierde, todo se pierde.

Pre y adolescencia

Con 14 años:

NEVERNESS
¿Qué es un guerrero sin guerra?
¿Qué es un actor sin escenario?
¿Qué es un poeta sin poema?

¿Y qué soy yo,
como todos los hombres,
sin la guerra de mis pasiones,
sin el escenario en que me muevo,
y sin el poema de tus ojos,
que tanto amo?

Sí,
querida mía,
prefiero ser hombre,
que loco enamorado de un sueño.

Con 17 años:

DIFÍCIL

¿Tan difícil es
olvidarse de que dormimos quietos
y dejarse llevar
por el suave balanceo
de una cuna sustentada
por un sueño?

Dormir plácidamente
envueltos en una ignorancia meditada,
con los ojos abiertos,
redondos como platos,
pero durmiendo.

Nada me toca ni me afecta,
nada pasa los sólidos barrotes
de la nueva cuna de mi existencia.

Para machacar el miedo
a morir vivo
a vivir muerto.

Y, ahora mismo, con 24 años, casi 25, mirando atrás, pienso en escribir una historia en la que un niño pequeño entierra en el jardín una caja de metal en la que guarda una foto, una carta “para su yo futuro”, una moneda de plata, una navaja mellada y una pistola que le ha robado al vecino policía, cargada.
Todo lo que cree necesitará cuando sea mayor: una bomba del tiempo, una bomba atómica; unas palabras de esperanza, unos tesoros y, por si todo falla, una carta de suicidio anticipada.
El cuento se titulará “Pequeño Ángel Vengador”

Pombo

En Internet he encontrado el sitio exacto donde estaba la “Sagrada Cripta de Pompo” de mi sagrado Ramón Gómez de la Serna, el sitio donde se reunió durante años con la intelectualidad más vanguardista, con los apolíticos, literatos puros, su segunda casa, y al que dedicó sus mejores páginas Resulta que estaba situado justo donde cojo el autobús para venir a mi casa, detrás del ayuntamiento de Madrid. Al lado de donde he encontrado un piso, antiguo, de techos altos, con balcón, el soñado, al que me pienso mudar en cuestión de días.Jjusto donde hoy, al mirar extasiado, vi un borracho tirado al lado de un gran charco de pis, como un nadador olímpico de la borrachera a punto de meterse en la gran piscina de cerveza para batir el record mundial de delirium tremens. Por supuesto le di un mensaje para Ramón:”Dile a Ramón que vuelvo a casa, que nos vemos el sábado”. Me contestó unas palabras en clave, solo para iniciados. Viejo Caronte desgraciado; le di unas monedas por el recado.

La lista lista

El Sr.S ha iniciado la terrible enfermedad de hacer listas de libros preferidos y, como es normal, me ha atrapado. No tengo mis libros preferidos, bueno sí, pero varían con los días y circunstancias y es un número entre 10 y 20, así que a decir los que me vienen a la memoria sin ningún esfuerzo, dando por supuesto que si reclaman mi atención es que me han marcado especialmente. Aparte, como creo que el yin sin el yan no es nada y se conoce a una persona por lo que no le gusta mas que por lo que le gusta, añadiré algunos libros odiados.

MIS LIBROS

“Las Ninfas”, de Umbral: Libro maravilloso, una de las cumbres de la literatura española. Umbral es un rara abis dentro del panorama español, un genio, uno de los pocos. El uso de metáforas, comparaciones, adjetivos, la sobrecarga del lenguaje, lo más alejado al realismo castizo. El placer de escribir hecho arte. Una novela sobre la adolescencia de un joven que quiere ser escritor, una novela-poema, estremecedora, una novela tan sobrecargada como sobrecargada es la adolescencia, llena de sentido del humor, ternura, amor por la vida. Una jodida joya.

“Franie & Zoey”, de Salinger: Qué decir de este genio tan poco prolífico. Uno de los pocos libros que me han ayudado a vivir, que me han enseñado a vivir. Desde que lo leí siendo adolescente lo escribo todo para “la señora gorda”. Convierte el arte en un acto menos egoísta. El libro que nos unificó a todos los marcianos, nos dio una razón para vivir.

“La Piel”, de Kurcio Malaparte: la gente se equivocó, el genio no es Celine, el genio es Kurcio. El cínico poeta, la bestia humana, el monstruo enamorado. Poesía del horror. El dandy desencantado. El lenguaje de la desesperación. La poesía como único instrumento para sobrevivir ante el horror, como arma de futuro. El humor como defensa. Kurcio, en si, como persona, un ser maravilloso, un verdadero aventurero.

“Especies de Espacios”, de Georges Perec: un libro sobre nada, un libro sobre la búsqueda del arte, una defensa de la escritura. Un libro que, en un principio parece defiende el realismo, pero que defiende el meta-realismo, el apuntarlo todo, hasta el detalle más pequeño, hasta agotar la realidad hasta que nos llegué plenamente, hasta que ahondemos en ella, hasta que ocurra lo que tiene que ocurrir, hasta que llegue el arte, el arrebato.

“Los detectives salvajes”, de Roberto Bolaño: el libro que ha abierto nuevos caminos para la literatura y que, estoy seguro, en el futuro, será estudiado como libro pionero. Lo interesante no es la realidad, tampoco el realismo mágico, tampoco las metáforas, lo interesante es el infrarealismo, el empobrecer la realidad para que los detalles que merecen vivir reluzcan por su propio valor, como estrellas distantes, como pepitas de oro en un río sucio.

“El incongruente”, de Ramón Gómez de al Serna: la novela de Ramón no suele ser novela, de hecho suele ser bastante mal novelista. Su verborrea le incapacita para seguir cualquier argumento, para centrarse en algo en particular, no obstante ahí reside su genio. Pero esta novela es distinta, en ella hizo un esfuerzo de seguir un argumento y gracias a ello creó una de las mejores obras de la lengua castellana. Gran obra casi imposible de encontrar y desconocida para la mayoría de la gente. Ramón inventó las greguerías y, paradójicamente, estas tapan todo el resto de su obra, a la gente no le interesa nada más que sus greguerías y nada quieren saber de esta novela, de las aventuras de un joven bohemio que indaga en la incongruencia, de este aventurero de la metáfora.
“Paris no acaba nunca”, de Vila-Matas: porque sí, porque existe Vila-Matas, sin él, en España estaríamos perdidos. Gracias Maestro por existir.
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ODIADOS(casi me voy a centrar en escritores)

Coello: El hijo bastardo de Castaneda, empeñado en destrozar, en plagiar con mal gusto, la herencia de su padre (uno de los poco genios espirituales y literarios). Cuando leí “el alquimista” he de decir que me gustó bastante, un librillo agradable, pero todo el resto perpetrado por este engendro, por este gurú del “buen rollito”, me parece una bazofia. Pero, es peor aun, me parece una bazofia peligrosa que puede causar grandes males y problemas psicológicos en las mentes débiles de sus lectores. Nunca tendría que haber salidote la cárcel.
Javier Marías: Todo el talento de este escritor se concentra en una maravillosa capacidad para elegir los títulos de sus libros. Pero el contenido, lo que viene después de los títulos es una mierda con mayúsculas. Mal escritor con un ego enorme, no sabe puntuar (no es que lo haga queriendo, como me ha dicho alguien), no sabe contar nada excepto su ombligo, niño pijo que quiso ser escritor.
Reverte: Ejem, creo que no merece la pena explicarme,

Habría que añadir a Lucia Exebarría, a Almudena Grandes y tantas otras escritoras españolas. Escritoras de “me gusta ser mujer, chica tampax 2004,y por lo tanto soy una traumas que solo sabe pensar en la regla y en el amor, eso sí, cuando quiero ser radical e innovadora hablo de sexo con gran crudeza y realismo”.¡Mujeres!¡Reflexionar!¡La estáis cagando en España!¡Os estáis convirtiendo en parodias feministas de vosotras mismas!¡Olvidaros de que sois mujeres, de que aun hay machismo, dejar de hacer lo que se espera de vosotras!¡Despertar!

Dios, tengo muchos odios. Menos mal que también tengo muchos amores.
Añadir que esto no son más que opiniones personales, que nadie se me ofenda, aunque “quien se ofende ajos come”, gran frase.

Salud

Libros asesinos

Siempre me pasa igual.
Hay libros que al ser leídos me incapacitan durante unos días para escribir cualquier cosa. Son libros asesinos.
Normalmente uso los libros como decía usarlos Max Aub, “como trampolín para coger impulso y poder escribir. De otros autores es el trampolín, mío el impulso y el salto”, pero de vez en cuando me topo libros que por una u otra razón, aun gustándome o fascinándome, no solo no me ayudan a escribir sino que me incapacitan para hacerlo. Son libros homicidas, jodidos libros que desean que no escribamos nunca más, que nos censuran cualquier intento.
En este caso a sido “Viaje al fin de la noche” de Celine, autor monstruoso en vida que llegó a escribir multitud de panfletos explicando que los judíos eran ratas a los que había que exterminar mucho antes de que se crearan los campos de concentración. Esta novela, que por cierto ya había leído y que ya me había provocado el mismo efecto aniquilante de la inspiración, es como un repelente para mis musas, ni una reflexión útil para mi escritura sale de sus increíbles páginas, de hecho me quita las ganas de escribir.
El otro día con una amigo llegué a la conclusión de que si no escribiera no leería y viceversa y parece cierto, pues ayer ni leí ni escribí por primera vez en dos años.
La novela asesina en cuestión esta vez no me la he acabado. Las novelas asesinas son extrañas, son contradicciones puras; en ellas un autor, o personaje, viene a defender, página tras página, que no merece la pena nada y menos aun escribir. Sin embargo suelen ser las más largas y las que más páginas contienen. Quizás sea que el autor sabe lo estúpido de sus ideas nihilistas y, consciente o inconscientemente, trata de purgar sus destructivas ideas mediante el ejercicio tántrico de la solitaria escritura.
Estas reflexiones banales me llevan a plantearme el argumento de mi última novela, de la cual llevo 180 páginas, que se quedarán en 150, y que espero llegue a ocupar 250. En dicha novela un joven personaje escritor deja su trabajo en una editorial y huye para convertirse en vagabundo y buscar el santo grial por el Mundo. Y me planteo una cuestión para mi muy importante: ¿estaré escribiendo también una novela asesina? y en tal caso ¿por qué, un defensor a ultranza de la escritura como yo, escribe un alegato sobre la negación de la literatura?
Solo se me ocurren tres posibles respuestas. La primera y más lógica es que escribimos para conocernos a nosotros mismos y para exorcizar nuestros temores; en mi caso el temor de volverme loco, el temor de dejar de escribir. La segunda, y más traída por los pelos, consiste en que estoy creando un personaje que deja sus sueños de estudios y de largas horas escribiendo en soledad para convertirse él mismo en su literatura, la mejor literatura, de una vez por todas. La tercera, y más absurdamente iluminada, es que el personaje soy yo mismo, dentro de unos meses, después de acabar de escribir esta novela asesina que le ha incapacitado por siempre para escribir y solo le queda el dejarse llevar por las ideas que llenan su cabeza, pues ya no las puede plasmar en un papel.

p.d. He recordado a un viejecito, fascista radical en sus tiempos, que siempre iba en mi ciudad a todas las conferencias de escritores y presentaciones de libros. Cuando acababan aplaudía y se iba satisfecho diciendo por lo bajo con una sonrisa en la boca “todo va bien, siguen escribiendo”.

p.d.d He llamado a mi padre, también escritor, gran lector, superior a mí en su pasión, casi al borde de la ancianidad, lleva 50 años escribiendo y gastándose los ojos recorriendo kilómetros de papel, y le he preguntado que si seguía escribiendo y leyendo con la misma intensidad. Me ha dicho que por supuesto, que escribe más que nunca y lee desde la mañana hasta la noche. Le he mandado un beso y he colgado el teléfono respirando tranquilo; todo va bien.

Diarios Encontrados

Diarios Encontrados Extractos del diario que supuestamente nunca escribió Ramón Gómez de la Serna.

22 de Octubre de 1930

Me abandonan los objetos de vez en cuando, se retraen, se cansan de mí y, como una novia caprichosa, me dejan tirado en este almacén polvoriento que es hoy Madrid.

24 de Octubre de 1930

Siguen sin aparecer, están ausentes, no me hablan. Al levantarme por la mañana entro en el despacho de mi torreón y ya no escucho los aplausos que antes me dedicaban mis queridos objetos. La muñeca de cera ya no pone cara de querer darme un beso y no poder, pone cara de cera sin más. La lapida que un día compre en el rastro ya no contiene el niño que un día fui. Solo hay silencio para mí.

25 de Octubre de 1930

Hoy he creído vislumbrar alguna esperanza de reconciliación. Estaba en el Pombo tomándome una copa muda de ron negrita mudo con mi libro mudo y mi libreta, sin anotaciones en estos días, cuando he sentido que me observaban. Alcé la vista para ver si algún contertulio se había adelantado a la cita al igual que yo. Nada, en Madrid era la hora de la siesta, en el bar era la hora de la siesta, y solo había un camarero que echaba la siesta mientras fingía limpiar la barra. Seguí leyendo, oyendo, por culpa de ese libro sin lengua, ni gato que se la tragara, mi monótona voz nasal haciendo eco, sola, contra la paredes de la catedral barroca que es mi cabeza.
Pero no, no había duda, alguien me observaba. Por el rabillo de mi ojo pude ver que un pequeño espejito, que colgaba en la pared, me sonreía. Ya decidido, lo miré fijamente, y él sorprendido, asustado, apartó la vista. Vi como un espejo más grande a su lado, con marco rococó, que era su padre, lo reñía severamente.
En fin, algo es algo, y de camino a casa, después de la tertulia, cuando ya todas las palabras vertidas habían tornado a sus nidos de golondrina, hasta me pareció que un gato me dedicaba una canción triste que tocaba con una espina de pescado.

28 de Octubre de 1930

Los ojos me impiden, siempre lo han hecho, ser un buen poeta, escribir en verso.¡Hay demasiadas cosas!¡Es todo demasiado grande¡¡Sería como querer guardar todo el Rastro en un bonito armario de madera barnizada! Ni siquiera llevo mi nombre bordado en mi ropa interior.

4 de Noviembre de 1930

Parece ser que estaban de huelga. Picaros. El alma comunista que tienen todos los objetos les impide amar a su patrón, y aunque sea un patrón bueno y comprensible como yo hay que derrocarlo de vez en cuando.
Por lo visto la idea surgió de mi pipa, me lo contó el tabaco. “Hay que demostrar a este pequeño-burgués quien manda aquí” dijo solemne el caballero Pipa mientras se mesaba su largo mostacho. Tardaron en llegar a un acuerdo, por lo visto, a algunos les daba pena, como el espejito del Pombo, y creían que sería peor si me enfadara con ellos yo, que soy de los pocos humanos con los que se puede hablar. Pero al final, por miedo, tuvieron que ceder ya que la Pipa contaba con el apoyo del Martillo, la Escopeta de mi abuelo y las Tijeras.

10 de Noviembre de 1930

Hoy he convencido al dueño del Pombo para que me vendiera el espejito. Lo acabo de poner en mi pared. He regalado mi pipa a un amigo mío, muy político él. La culturacracia esta a salvo. La greguería sigue mandando. La belleza esta libre de cemento, he recogido unas cuantas hojas amarillas del suelo del parque y fingiendo ser un otoño furtivo las he tirado encima de estos papeles que ahora escribo.

Jonás Areces (mi desconocido abuelo)

Jonás Areces (mi desconocido abuelo) Jonás Areces (1897-1926),poeta, humorista, escritor, pintor y dramaturgo español casi desconocido para la inmensa mayoria pero considerado una de las más influyentes mentes europeas del S.XX e introductor de las vanguardias en España.
Jonás nació en Sama de Grado (Asturias) el 31 de enero de 1897, hijo de un profesor de escuela y una ama de casa estudió filosofía en la Universidad de Oviedo. Estudios que abandonó en el último año a pesar de tener las mejores notas de su promoción pues consideraba que donde realmente se aprendía era” en los apuntes que da la vida; las lecciones que puedes aprender desde un balcón son las únicas aceptables”.
En 1915 abandona el hogar paterno para trasladarse a Praga y posteriormente a París donde entra en contacto con las nuevas corrientes intelectuales y forma una sociedad secreta que se hace llamar Y.Y.E ( yo, yo y él)que aboga por un arte portátil y realiza atentados contra bibliotecas, museos y toda institución “ que revista el arte y la literatura de un falso ambiente de grandilocuencia y misticismo”. Es en esta época donde tiene lugar su celebre pelea con Apollinaire mientras gritaba borracho “las vanguardias las creo yo cada vez que uso el retrete y me limpio el culo con el manifiesto dadaísta”. También en esta época empieza a dejarse largo un mechón de su cabello que seguirá sin cortar hasta el día de su muerte.
En 1922 se traslada a Madrid donde se convertirá en un miembro activo de las tertulias del “ Café de Pombo” y entablara singular amistad con Ramón Gómez de la Serna. Amistad que durará hasta el día de su muerte . Se cree que Ramón se inspiro en él para escribir su novela “ el incongruente” y años más tarde al ser preguntado sobre Jonás definirá a este como “esas pelusas que descubres muy de vez en cuando en tu ombligo y no sabes como se han formado. Jonás era la pelusa que distraía mi egocentrismo e impedía que me deleitara con mi ombligo”.
Su literatura es aún hoy en día muy minoritaria, en parte por su temprana muerte y sobre todo por que de su extensa producción conservamos hoy en día una mínima parte, pues él mismo quemó la mayoría de sus obras antes de morir.
Solo se conocen siete obras de Jonás: dos libros de poemas, “antología de cuatro poetas y un músico” y “no hay gaviotas en Centroeuropa”, un libro de ensayos, “El Mentiroso”, una novela corta, “rompiendo espejos”, un libro de chistes, “los cien mejores chistes sobre ingleses” y dos obras de teatro, “Jasón ya no me ama” y “Jonás no escribe poemas de amor”. En el momento de su muerte deja incompleta su “Enciclopedia Total del Mundo”. De su obra pictórica no se conserva nada pues realizaba sus obras en las paredes de la calle y si no se las regalaba al primer transeúnte que encontrara.
Jonás se quitó la vida el 20 de Febrero de 1926 ahorcándose con el mechón de pelo que se había dejado crecer desde su estancia en París 13 años antes. Es famosa y muy útil para comprender la filosofía de vida de Jonás la nota que dejo a sus pies:
Sr.Juez , me estoy quedando calvo
y no me gusta mi peinado,
me voy a la peluquería.
Vuelvo en cien años...

El Ventilador

El Ventilador Siempre me compro un libro la primera semana de mes, es el único capricho que me doy, ya que mi escaso sueldo no me da para mucho más y, de paso, puedo tirarme casi un mes entero obsesionado con ese libro, aunque sea malo. Antes siempre tenía la duda entre comprar libros o cds, pero desde que tengo adsl en casa han ganado los libros por goleada. Me gustaría comprar tanto libros como cds originales, pero no me da para las dos cosas y un libro no se puede piratear, al menos no del todo, ya que leer un libro en la pantalla del ordenador me parece terriblemente desagradable.
Supongo que le pasará a mucha gente, pero para mi entrar a una librería es como entrar en una farmacia en la que me dejaran coger cualquier medicamento; voy con mucho cuidado para no coger las pastillas inadecuadas para mi carácter, como hace poco me paso al comprar la horripilante y facilota “Biblia de neón”(lo siento si a alguien le ha gustado, es mi opinión). No ojeo al azar, de hecho casi siempre voy más o menos a piñón fijo con una serie de autores que han mencionado en otros libros que me han gustado, como si comprara aspirinas y después fuera buscando más medicamentos con ácido acetíl salicílico, normalmente unos libros me llevan a otros. Vila-Matas (gran relaciones públicas) me presentó a Bolaño, a Oliverio Girondo y a Roberto Arlt, Bolaño, a su vez, me presentó a Georges Perec, este a Bertrand Rouselll, y así hasta el infinito. Además suele ser raro que un escritor que adore me presente a uno malo.
Bueno, no divaguemos, el caso es que hoy era el día de comprar mi libro, todo en mi cuerpo me lo decía, era momento de hacer arqueología editorial, un estado del alma propicio en el que sabes que vas a encontrar lo que estabas buscando. Desayuné, me vestí, me afeité, me peiné, cogí la cartera, las llaves de casa y salí a la soleada calle preparado para el safari. Cuando llegué al centro cambié de idea repentinamente. Quizás fuera el cuarto de hora de trayecto desde mi casa hasta mi librería, quizás fuera los 38 grados que marcaba el termómetro de la relojería de mi barrio, quizás, no se, pero no me compré ningún libro y, a cambio, me compré un ventilador.
Ventilador que ahora está girando frenéticamente, emitiendo un sonido de moscardón gigante, a mi lado, mientras escribo esta tontería. Ya me ha refrescado bastante, eso es verdad, y me empiezo a arrepentir de haberlo comprado, ya que mi mente no hay Dios quien la refresque. Estoy pensando en releer por tercera vez “la quimera del oro”, con esas frías estepas, esas frías descripciones, esos helados sentimientos, pero lo más seguro es que escriba un cuento sobre mi nuevo ventilador. Quizás trate de un ventilador que quería ser avión de guerra, o moscardón, alarma antiaérea, o estar cubierto de grasa en un bar de camioneros en el desierto de Arizona, un ventilador transexual que no se siente a gusto con su cuerpo, y está pensando en tomar hormonas, cambiarse el sexo, operarse para ser, de una vez por todas, lo que siempre ha querido ser: una bella y femenina minipimer.
Pero tengo que pensarlo, en el fondo está empezando a refrescar.

Georges Perec

Georges Perec Hoy he pensado que Perec no ha muerto, únicamente se ha cortado el pelo y quitado las berrugas, y viaja noche tras noche en tren, y duerme cada día en un hotel distinto:único habitante de su nación.