Año estrenado
A veces, en medio de un bar, en medio de la multitud, no aguanto más y me dejo arrastrar, hasta el fondo. El primer indicio es una sonrisa, el sentimiento de felicidad después una tormenta de zapatos. Cuando despierto la corriente me ha dejado solo en una isla desierta: a un negro leproso lo llamo Lunes.
Cojamos una palabra al azar. Cadena, esta misma. Preguntemos ¿De quién?¿Para quién?¿Con qué finalidad?¿Cómo?¿Cuándo?¿Por qué?¿Dónde? . Y escribámoslo. Nunca más nos aburriremos. Luego Dios existe.
Preguntar al menos a dos personas al azar, en plena calle ¿dónde están mis bollitos?
Mi padre me confesó el otro día que cuando cumplí un año le dijo a un amigo que qué cosas, que seguramente yo haría la mili en la Luna. Lo gracioso es que mi padre, en aquella época veía más posible que viviéramos en la Luna que quitaran la mili obligatoria. Oh tempora! Oh Mores!
Ayer he muerto de tanta literatura. Cuando me desperté el dinosaurio estaba allí y mi madre estaba congelada, la glaciación había llegado, no había salvación, todos gilipollas. Lo había hecho, sin darme cuenta había tirado a la basura todos mis valores, había dejado entre las páginas de los libros toda mi empatía. Me había convertido en un snob.
El día de año nuevo me levanté temprano por la mañana, salí de casa, fui a un bar a desayunar. Hasta que me dijeron que no había pinchos porque no había pan no me di cuenta de qué día era, de que no había dormido, de que estaba muy colocado. Después vomité.
Cojamos una palabra al azar. Cadena, esta misma. Preguntemos ¿De quién?¿Para quién?¿Con qué finalidad?¿Cómo?¿Cuándo?¿Por qué?¿Dónde? . Y escribámoslo. Nunca más nos aburriremos. Luego Dios existe.
Preguntar al menos a dos personas al azar, en plena calle ¿dónde están mis bollitos?
Mi padre me confesó el otro día que cuando cumplí un año le dijo a un amigo que qué cosas, que seguramente yo haría la mili en la Luna. Lo gracioso es que mi padre, en aquella época veía más posible que viviéramos en la Luna que quitaran la mili obligatoria. Oh tempora! Oh Mores!
Ayer he muerto de tanta literatura. Cuando me desperté el dinosaurio estaba allí y mi madre estaba congelada, la glaciación había llegado, no había salvación, todos gilipollas. Lo había hecho, sin darme cuenta había tirado a la basura todos mis valores, había dejado entre las páginas de los libros toda mi empatía. Me había convertido en un snob.
El día de año nuevo me levanté temprano por la mañana, salí de casa, fui a un bar a desayunar. Hasta que me dijeron que no había pinchos porque no había pan no me di cuenta de qué día era, de que no había dormido, de que estaba muy colocado. Después vomité.
5 comentarios
Odyseo -
L'ange sans ailes -
Me ha encantado tu texto :D
odyseo -
estefanía -
un besín, mano
Sr. S. -