Ni una palabra de más
Ni una palabra de más. Tengo que ahorrar esfuerzo. Espacio y tiempo. Un texto maduro que chorree jugo por la barbilla de quien lo muerda. Para que me expulsen del paraíso, de esta nube de algodón, de este vivir a medias. Para eso escribo. Para provocar a la vida, enfadarla, tratarla como se merece y, aunque no lo confiese, querría ser tratada. Que se enamore de mi y yo de ella.
Y qué pasa con los disk jockeis. Tan solos allá arriba. Viendo a las lujuriosas niñas meneando cuerpos que no saben que tienen. Siempre las mismas caras, apurando la copa y mirando, como quien no quiere la cosa, a través del vaso, como si fuera un catalejo, a ver si ven , allá a lo lejos, la tierra que les habían prometido cuando se embarcaron.
Hay momentos de verdad. De esa verdad que da miedo y que se puede untar en una rebanada de pan como si fuera mantequilla. Pero basta con mirar hacia otro lado. No os preocupéis.
Lo malo es que es fácil generalizar, meterlo todo en el mismo saco, estar tres días sin dormir y desear la muerte de cualquier persona, provocar un holocausto. Si dios fuera tan estúpido como nosotros jamás nos habría creado.
El hombre está hecho a imagen y semejanza del diablo. Esto lo leí ayer en un mal libro, antes de apagar la luz para dormir. Y me reconforta porque me confirma que hasta los tontos, a base de repetirnos, de vez en cuando, cada mil años, decimos alguna frase que justifica nuestra existencia o escribimos alguna Illiada.
El otro día no lo dejé claro, por eso lo repito, para que conste en acta cuando se acabe el mundo: sé a ciencia cierta que el infierno está en los agujeros de todos los ladrillos, de todas nuestras paredes, esas micro zonas que no existen y que son la auténtica tierra del dolor, esos minúsculos espacios que si se sumaran adquirirían la proporción del universo, o de la muerte, os lo dejo a vuestro gusto. Por eso son santas las casas con paredes de adobe o de piedra.
Soy tan sarcástico e inteligente que tengo miedo de que se me cubra el cuerpo de verrugas. Soy tan listo que merezco ser quemado en la hoguera. Soy tan esnob que solo admito morir guillotinado.Ni una palabra más. Dios salve al rey
p.d. Después de escuchar esto he llorado y aun no sé si por tanta belleza o por tanto horror. En el infierno suena esta canción, seguro. Descárgatela ya y lo comprenderás. Alessandro Moreschi, el último castrati: http://www.elzapping.com/index.php/weblog/alessandro_moreschi_el_ultimo_castrati/
Y qué pasa con los disk jockeis. Tan solos allá arriba. Viendo a las lujuriosas niñas meneando cuerpos que no saben que tienen. Siempre las mismas caras, apurando la copa y mirando, como quien no quiere la cosa, a través del vaso, como si fuera un catalejo, a ver si ven , allá a lo lejos, la tierra que les habían prometido cuando se embarcaron.
Hay momentos de verdad. De esa verdad que da miedo y que se puede untar en una rebanada de pan como si fuera mantequilla. Pero basta con mirar hacia otro lado. No os preocupéis.
Lo malo es que es fácil generalizar, meterlo todo en el mismo saco, estar tres días sin dormir y desear la muerte de cualquier persona, provocar un holocausto. Si dios fuera tan estúpido como nosotros jamás nos habría creado.
El hombre está hecho a imagen y semejanza del diablo. Esto lo leí ayer en un mal libro, antes de apagar la luz para dormir. Y me reconforta porque me confirma que hasta los tontos, a base de repetirnos, de vez en cuando, cada mil años, decimos alguna frase que justifica nuestra existencia o escribimos alguna Illiada.
El otro día no lo dejé claro, por eso lo repito, para que conste en acta cuando se acabe el mundo: sé a ciencia cierta que el infierno está en los agujeros de todos los ladrillos, de todas nuestras paredes, esas micro zonas que no existen y que son la auténtica tierra del dolor, esos minúsculos espacios que si se sumaran adquirirían la proporción del universo, o de la muerte, os lo dejo a vuestro gusto. Por eso son santas las casas con paredes de adobe o de piedra.
Soy tan sarcástico e inteligente que tengo miedo de que se me cubra el cuerpo de verrugas. Soy tan listo que merezco ser quemado en la hoguera. Soy tan esnob que solo admito morir guillotinado.Ni una palabra más. Dios salve al rey
p.d. Después de escuchar esto he llorado y aun no sé si por tanta belleza o por tanto horror. En el infierno suena esta canción, seguro. Descárgatela ya y lo comprenderás. Alessandro Moreschi, el último castrati: http://www.elzapping.com/index.php/weblog/alessandro_moreschi_el_ultimo_castrati/
9 comentarios
Marian -
La estética no me parece tan importante, ya no. Hace años que el tipo de música que escucho principalmente sería el así llamado punk-rock, pero por ejemplo, aborrezco ciertas actitudes: Hace poco vi un video en el que Stiv Bators se comía una mortadela empapada de sus mocos, sí, mucha actitud, pero me muero de asco!! El video, aunque fuese 'all this and more', fue directo a la papelera...
Tristán Fagot -
Marian -
Tristán Fagot -
Sí, soy Dj, y también me dedico a la música en muchos sentidos aparte de este...
Pincho solo buena música, cómo no :-P
Marian -
Yo lloro leyéndote a ti, Tristán, de envidia e impotencia, porque yo también quiero provocar a la vida, pero cuando me pongo me siento estúpida.
antwad -
:-)
Tristán Fagot -
antwad -
lapiedraenlarayuela -
no cura las heridas,
no te purifica el aura,
no sirve para una mierda.
pero estar, está bien;
nos devuelve un poco el dedo sobre nuestra cabeza, nos restituye como protagonistas de la Gran Obra de Teatro, y nos hace recuperar la autoestima que nos empeñamos en regalar a cualquiera que no sea a nosotros.
el hombre está hecho a imagen y semejanza del diablo? quizá la cosa es al revés y ,como siempre nos ha gustado jodernos la existencia un poco, (sino la cosa no tiene gracia) creamos a Dios para ser tan perfecto que siempre todo parezca tan jodidamente podre si se lo coloca a su lado.
quizá si dejásemos a dios hablar el no se sienta tan listo, y tambien quiera llorar y se sienta como los disk jockeys, alli arriba, viendo chicos de cuerpos lujuriosos, porque si, porque su vida tambien es una mierda, porque el tambien está hecho a semejanza del diablo, y se come las uñas alli arriba pensando en que está hasta el culo de tener que casarse porque ahora es legal y está de moda, de que está hasta el culo de rallar discos cuya música le provoca migrañas, y que está hasta el culo de salvar al puto rey cada vez que el muy gilipollas se mete en algun lio.
cuantas palabrotas,
qué tremmmendo desahogo.
un besote :)