Adora
Adora el orden en su escritorio. Todo tiene que estar perfectamente colocado; cada bolígrafo en su bote, cada papel escrito en su correspondiente lugar, dependiendo si es poesía, novela, ideas, etc, un simple clip suelto por la mesa se le antoja como una pulga que le pica su concentración impunemente. Se sabe maniático y le gusta saberse tal. Riñe a su novia por utilizar su escritorio y dejar una goma del pelo tirada encima, su novia lo riñe por haber tirado a la basura la goma del pelo que había posado momentáneamente en su escritorio.
Y en el fondo es un desastre incapaz de tener nada colocado en su sitio. Se le rebelan los objetos, anárquicos y caprichosos. Los lápices desfilan por sus cajones en perpetua manifestación por la libertad. Diminutos escuadrones de guerra lanzan sobre el enemigo mortíferas virutas de goma de borrar. Guerrillas organizadas se esconden en la selva de libros y atacan esporádicamente creando caos en el estudio, comandadas por una colilla de tabaco subversiva. Para colmo, últimamente están empezando a fabricar camisetas y posters con la cara del comandante colilla con la inscripción prefiero morir descatalogado que vivir en orden alfabético o temático.
Sabe que esta batalla la tiene perdida y ni siquiera puede ya mantener el orden en el manso pueblo de las letras. Se acercan tiempos de cambio.
Y en el fondo es un desastre incapaz de tener nada colocado en su sitio. Se le rebelan los objetos, anárquicos y caprichosos. Los lápices desfilan por sus cajones en perpetua manifestación por la libertad. Diminutos escuadrones de guerra lanzan sobre el enemigo mortíferas virutas de goma de borrar. Guerrillas organizadas se esconden en la selva de libros y atacan esporádicamente creando caos en el estudio, comandadas por una colilla de tabaco subversiva. Para colmo, últimamente están empezando a fabricar camisetas y posters con la cara del comandante colilla con la inscripción prefiero morir descatalogado que vivir en orden alfabético o temático.
Sabe que esta batalla la tiene perdida y ni siquiera puede ya mantener el orden en el manso pueblo de las letras. Se acercan tiempos de cambio.
2 comentarios
falafel -
Sean GENius -