Leoncio
lo
leon
Leon
Leoncio
Nombre idiota
Payasos, gran circo, dolor, mordiscos, el público con las bocas abiertas, a grandes carcajadas, como las bocas donde el domador metía su cabeza para demostrar su valor.
Odio a mis padres por ponérmelo
Mi padre era payaso y quería que yo lo fuera, por eso me puso el nombre de Leoncio, el nombre perfecto para forjar mi personalidad ya desde bien pequeño. De los primero recuerdos que tengo es el de mi padre haciendo el idiota, cayéndose, tirándose tartas, tropezando y, creerme, esto no te da mucha seguridad, no te crías como un niño seguro de que su papá siempre estará ahí para protegerlo, seguro de si mismo. Joder, cuando tenía que hablar con los profesores hacía una payasada para que se rieran, si me tenía que proteger lo hacía con risas.Me dejaba en ridiculo en mis cumpleaños, por muy bien que se lo pasaran mis amigos Terrible.
Y algo de un manifiesto, bebiendo licor de mandrágora, en los pirineos, bajo la luna.
Astronauta.
Mi padre era payaso pero yo soy, o seré, para eso estudio aquí en USA, astronauta. Para ir a esa luna a la que lloraba Perrault., o algo así, el maestro de mi padre, el único payaso bueno.
O quiero ser escritor, de esquelas, de anuncios por palabras, quemar los museos, hacer manifiestos, no sé, cosas, costras, colmas, porno stars, postras, postrado.
Con mi padre postrado en la cama, en su lecho de muerte. Pero no pienso ir a verlo. No quiero ver la que seguro será su última payasada antes de morir. No quiero despedirlo con una risa.
Pastel, mantel, cartel, plantel...
Y eso que mi padre es un buen hombre, mejor de lo que yo llegaré a ser, pero para eso sirven los buenos hombres: para que los malos se rían de ellos. Recuerdo que todos los domingos me traía un gran pastel que tenía la delicadeza de no tirárselo a nadie en la cara y dejármelo comer todo yo solito. Comerlo junto a él, sin maquillaje, como me gustaba verlo, no como salía en el cartel del circo, con esa risa de muerto, con ese rictus de estúpida felicidad.
lso dlsk dkso ñaps mdmdl asterdia neditofareto calcorineo...
Y el cabrón se puso malo un día y no le importó, siguió haciendo reír a esos estúpidos que no sabían que el payaso estaba se muriendo. Un día llegó el medico y le recetó asterdia neditofareto calcorineoy se lo tomó durante años para no morirse, pero siguió tropezando, siguió siendo feliz cuando se reían de él.
No, miento, estoy mintiendo. Soy escritor, eso es. Soy unos de esos pobres diablos que malgastan su vida tejiendo telas en las que nuca caerá ninguna mosca.
París
París
No vivo en parís, entonces qué. Tzara, Me cae fatal Hemingway, creo que era un niño pijo, creo, bueno no sé.
No, miento, no soy escritor, lo intenté unos años. Hace muchos años que no escribo nada, pero vivo de la literatura. ¿Como? Pues porque mi abuelo, siendo niño, encontró en una estación montones de cuentos dentro de una maleta hace ya 80 años y los guardó hasta el día de su muerte y yo los encontré y resulta que son los que la novia de Hemingway perdió cuando este era joven y vivía en fiestas infinitas, fiestas que solo podía tener en Europa en aquellos años pijazos americanos que iban de pobres y estaban forrados. Y yo cogí esos cuentos manuscritos, nunca publicados, y los publiqué como si fuera míos. Sucesor de Hemingway, me llama la crítica. Jajajajaj, soy precursor de Hemingway, más bien.
Así funciona mi mente, así escribo, así de imperfecta es, este es mi monólogo interior las veinticuatro horas del día. El resto, lo difícil, es desechar, pulir, poner en orden, representar mi imaginación lentamente en el papel, como si en vez de escribir a ordenador lo estuviera grabando sobre una placa de mármol blanco.
No tenía ninguna gana de ocultar lo que tengo que ocultar.
Salud y perdón.
leon
Leon
Leoncio
Nombre idiota
Payasos, gran circo, dolor, mordiscos, el público con las bocas abiertas, a grandes carcajadas, como las bocas donde el domador metía su cabeza para demostrar su valor.
Odio a mis padres por ponérmelo
Mi padre era payaso y quería que yo lo fuera, por eso me puso el nombre de Leoncio, el nombre perfecto para forjar mi personalidad ya desde bien pequeño. De los primero recuerdos que tengo es el de mi padre haciendo el idiota, cayéndose, tirándose tartas, tropezando y, creerme, esto no te da mucha seguridad, no te crías como un niño seguro de que su papá siempre estará ahí para protegerlo, seguro de si mismo. Joder, cuando tenía que hablar con los profesores hacía una payasada para que se rieran, si me tenía que proteger lo hacía con risas.Me dejaba en ridiculo en mis cumpleaños, por muy bien que se lo pasaran mis amigos Terrible.
Y algo de un manifiesto, bebiendo licor de mandrágora, en los pirineos, bajo la luna.
Astronauta.
Mi padre era payaso pero yo soy, o seré, para eso estudio aquí en USA, astronauta. Para ir a esa luna a la que lloraba Perrault., o algo así, el maestro de mi padre, el único payaso bueno.
O quiero ser escritor, de esquelas, de anuncios por palabras, quemar los museos, hacer manifiestos, no sé, cosas, costras, colmas, porno stars, postras, postrado.
Con mi padre postrado en la cama, en su lecho de muerte. Pero no pienso ir a verlo. No quiero ver la que seguro será su última payasada antes de morir. No quiero despedirlo con una risa.
Pastel, mantel, cartel, plantel...
Y eso que mi padre es un buen hombre, mejor de lo que yo llegaré a ser, pero para eso sirven los buenos hombres: para que los malos se rían de ellos. Recuerdo que todos los domingos me traía un gran pastel que tenía la delicadeza de no tirárselo a nadie en la cara y dejármelo comer todo yo solito. Comerlo junto a él, sin maquillaje, como me gustaba verlo, no como salía en el cartel del circo, con esa risa de muerto, con ese rictus de estúpida felicidad.
lso dlsk dkso ñaps mdmdl asterdia neditofareto calcorineo...
Y el cabrón se puso malo un día y no le importó, siguió haciendo reír a esos estúpidos que no sabían que el payaso estaba se muriendo. Un día llegó el medico y le recetó asterdia neditofareto calcorineoy se lo tomó durante años para no morirse, pero siguió tropezando, siguió siendo feliz cuando se reían de él.
No, miento, estoy mintiendo. Soy escritor, eso es. Soy unos de esos pobres diablos que malgastan su vida tejiendo telas en las que nuca caerá ninguna mosca.
París
París
No vivo en parís, entonces qué. Tzara, Me cae fatal Hemingway, creo que era un niño pijo, creo, bueno no sé.
No, miento, no soy escritor, lo intenté unos años. Hace muchos años que no escribo nada, pero vivo de la literatura. ¿Como? Pues porque mi abuelo, siendo niño, encontró en una estación montones de cuentos dentro de una maleta hace ya 80 años y los guardó hasta el día de su muerte y yo los encontré y resulta que son los que la novia de Hemingway perdió cuando este era joven y vivía en fiestas infinitas, fiestas que solo podía tener en Europa en aquellos años pijazos americanos que iban de pobres y estaban forrados. Y yo cogí esos cuentos manuscritos, nunca publicados, y los publiqué como si fuera míos. Sucesor de Hemingway, me llama la crítica. Jajajajaj, soy precursor de Hemingway, más bien.
Así funciona mi mente, así escribo, así de imperfecta es, este es mi monólogo interior las veinticuatro horas del día. El resto, lo difícil, es desechar, pulir, poner en orden, representar mi imaginación lentamente en el papel, como si en vez de escribir a ordenador lo estuviera grabando sobre una placa de mármol blanco.
No tenía ninguna gana de ocultar lo que tengo que ocultar.
Salud y perdón.
3 comentarios
odyseo -
Tristan -
monitor -
Como a tanta gente, a mí el circo me resulta tétrico y sobrecogedor (desde que un día ya lejano observé en directo que las mallas de las trapecistas estaban llenas de agujeros). Pero debo confesar que el slogan del cartel, al pie de la cara con peluca de Mozart, casi me hace comprar una entrada. Decía: "Si se muere usted de risa le devolvemos el dinero".
"A candy-color clown they call the sand man..." DAvid Lynch, Terciopelo Azul.