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MUCHO DADÁ

Amigos

Hoy por la mañana. El frío me dijo cosas feas y los edificios amenazaban con contrastes y arquitecturas la estructura irracional de mi cerebro. Los locos conversaban con sus alucinaciones recién despertadas, en voz baja, como masticando los papeles donde la noche anterior habían anotado planes de futuro y preciosas poesías. Recordé a mi amigo, que sufre tanto estos días y recé al milagro del agua de la fuente publica congelada por su alma. Lo vi solo, de lejos, cruzar infinitos pasos de peatones sin llegar nunca a la otra acera. Lo vi encerrado en una habitación blanca intentando escapar de la traiciones, agarrándose las manos inquietas que querían arrancarle los ojos, arrancarle los pelos de su melena, lentamente, como el enamorado que arranca pétalos a una flor, para saber si está tan solo en este mundo como teme, para distraer su dolor con otro más sutil y programado. El amigo que llora. Mi amigo que llora de un modo que resulta impúdico y obsceno. Yo, que miro a otro lado para que no me contagie la sarna de tristeza que le cubre todo el cuerpo. Ellos, que parecen indiferentes. Todos nosotros, que queremos que deje de sufrir para que no moleste, que si pudiéramos pagaríamos todo el oro del mundo, daríamos nuestra vida, por no ver a un león moribundo ni palomas aplastadas en la carretera, que demuestran que hasta los ángeles tienen tripas, que los amigos nos necesitan.
Amigos los hombres con nombres impronunciables, los escritores que alargaron su sombra de cipreses solitarios, amigos los que lloran y refrescan mi cuerpo acalorado, los que gritan sin tener razón, aun siendo ellos los culpables, amigos que mueren de vez en cuando solo por jodernos y amargarnos, egoístas que se dejan vencer porque odian vernos sonreír, amigos que se fusilan entre ellos, que comienzan guerras fraticidas por pasar el rato, porque se ha acabado el alcohol del que bebían cogidos de la mano.
Hoy por la mañana todo ha empezado y tiene pinta de continuar como llevaba tiempo siendo sin que lo sospecháramos. Pulgas, cigarros, sonrisas, palabras vertidas en sacos rotos, amigos, abrazos, abragos, abrigos, mendigos, palabros, capados, amados, heridos, perdidos, comidos, bebidos, escondidos, idiotas, idiotas, siempre, siempre queridos. Amigos...

2 comentarios

odyseo -

Ultimamemte estás que te sales. Muy bueno.
Saludos

Mario Rubinaccio -

Hasta los ángeles tienen tripas, me gustó. Sin duda que me gustó.