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MUCHO DADÁ

última tontería

Tengo 5 minutos para escribir esto, ni uno más ni uno menos, 5 minutos para intentar salvar esa alma en la que no creo.
Me agarro desesperado a una palabra al azar, elijo “festivo”, porque sí, porque no hay otra en la sección de objetos perdidos.
Los días festivos en los que nací, los reyes magos venían camino de mi casa a traerme las ofrendas pero no pudieron cruzar con sus camellos la frontera y se pudren ahora en Guantánamo por terroristas de la alegría. Festivos los cumpleaños en los que celebramos el estar un poco más muertos, tener menos probabilidades, estar más cerca de las estadísticas. Festivos los días de la caída del imperio romano, de todos los imperios, de este imperio de letras que poco a poco pierde todas las colonias que consiguió con mucho esfuerzo y sangre.
Pero no, esto no funciona y mi abogado defensor me insta a que me de prisa. Quizás no sean palabras lo que necesitemos, quizás no sean las palabras nuestro canto del cisne, quizás Rimbaud dijo antes de morir “me cago en la puta, qué dolor”, quizás todas las bibliotecas estén llenas de mentiras, de saliva malgastada, de cáscaras vacías en las que ya no habita ningún caracol egoísta.
El jurado me mira sonriendo, como mira Dios a un niño que se ha arrancado un ojo jugando con un palo.
Mierda, he perdido. Qué tontería

3 comentarios

ange sans ailes -

Odyseo, Amén.

odyseo -

Celebremos la festividad de cinco minutos de iluminación y cordura en un mar de días de completo absurdo, que es la vida del hombre.

ange sans ailes -

¿mentiras en las bibliotecas? bah, ¿y qué? ¿importa realmente lo que sean las letras? si son cáscaras vacías o llenas...

Una tontería poco festiva -y poco tonta- a pesar de todo, querido. Espero que tu abogado defensor no te diga que te declares culpable para que te rebajen pena.

En fin, buena manera de aprovechar cinco minutos. Tomaré ejemplo.