Estos locos artistas...
-Loco 1: Tío, soy el rey del mundo porque me lo ha dicho Dios
-Loco 2: Tú estás como una cabra; yo no te he dicho nada.
Mi novela trata de locos, y en mi afán de investigación (y porque no estaba nada inspirado y me aburría) he estado buscando en Google (el amigo de los vagos) chistes sobre locos. No esperaba nada en especial, solo pasar el rato, pero acabé maravillado, como siempre, por la sabiduría popular.
Cuando se cuenta un chiste como este: Dos locos planean la fuga del maniconio, uno le dice al otro: -Si la pared es baja la saltamos, si es alta cavamos un hoyo, ¿entendido?, puedes ir primero. Pasadas tres horas regresa el loco y dice: -No podemos escapar, y le pregunta el otro loco: -¿Por qué?, -¡¡Porque no hay pared!!, se supone que tiene que provocar risas, realmente creo que es un buen chiste, pero en mi caso me ha provocado una sensación de éxtasis ante tanta sabiduría y belleza. Y como este hay un millón más. El esquema siempre es el mismo: una respuesta inesperada y absolutamente genial por parte de un loco, respuesta que él ve absolutamente lógica y que provoca sorpresa y risa en quien la oye a la vez que reflexión, porque, bien mirado, lo que el loco dice es comprensivo.
He hecho un experimento y he cogido estos chistes, que casi siempre suelen ser diálogos, y he cambiado el sabido loco 1, loco 2 por nombres de reconocidos artistas y el resultado es fantástico. Veamos un ejemplo:
Esto eran dos artistas, Tzara y Picabia, en el Cabaret Voltaire y uno le dice al otro:
-Oye, ¿a que no eres capaz de subirte por la luz de la lámpara?
Y el otro le contesta:
-Si claro, qué listo, para que luego tú apagues la luz y yo me caiga
O este otro ejemplo:
Está Ramón Gómez de la Serna escribiendo una carta, en esto se acerca Pemán y le dice:
-¿Oye qué haces?
-Pues escribiendo una carta.
-¿Una carta? y ¿qué dice?
-Pues no lo se; todavía no la he recibido
He pensado que podría hacer una recopilación de chistes de locos (hay miles) y mediante este procedimiento de dar rostro y nombre reconocido a los personajes convertirla en una antología de anécdotas de artistas, la mejor antología, la definitiva. Estoy seguro que nadie se daría cuenta y les parecería totalmente creíble.
Ah, esta sabiduría popular, esta sabiduría que nadie sabe ni aprovecha.
Tiembla mundo: la mentira es mi dominio, yo también se manejarla.
-Loco 2: Tú estás como una cabra; yo no te he dicho nada.
Mi novela trata de locos, y en mi afán de investigación (y porque no estaba nada inspirado y me aburría) he estado buscando en Google (el amigo de los vagos) chistes sobre locos. No esperaba nada en especial, solo pasar el rato, pero acabé maravillado, como siempre, por la sabiduría popular.
Cuando se cuenta un chiste como este: Dos locos planean la fuga del maniconio, uno le dice al otro: -Si la pared es baja la saltamos, si es alta cavamos un hoyo, ¿entendido?, puedes ir primero. Pasadas tres horas regresa el loco y dice: -No podemos escapar, y le pregunta el otro loco: -¿Por qué?, -¡¡Porque no hay pared!!, se supone que tiene que provocar risas, realmente creo que es un buen chiste, pero en mi caso me ha provocado una sensación de éxtasis ante tanta sabiduría y belleza. Y como este hay un millón más. El esquema siempre es el mismo: una respuesta inesperada y absolutamente genial por parte de un loco, respuesta que él ve absolutamente lógica y que provoca sorpresa y risa en quien la oye a la vez que reflexión, porque, bien mirado, lo que el loco dice es comprensivo.
He hecho un experimento y he cogido estos chistes, que casi siempre suelen ser diálogos, y he cambiado el sabido loco 1, loco 2 por nombres de reconocidos artistas y el resultado es fantástico. Veamos un ejemplo:
Esto eran dos artistas, Tzara y Picabia, en el Cabaret Voltaire y uno le dice al otro:
-Oye, ¿a que no eres capaz de subirte por la luz de la lámpara?
Y el otro le contesta:
-Si claro, qué listo, para que luego tú apagues la luz y yo me caiga
O este otro ejemplo:
Está Ramón Gómez de la Serna escribiendo una carta, en esto se acerca Pemán y le dice:
-¿Oye qué haces?
-Pues escribiendo una carta.
-¿Una carta? y ¿qué dice?
-Pues no lo se; todavía no la he recibido
He pensado que podría hacer una recopilación de chistes de locos (hay miles) y mediante este procedimiento de dar rostro y nombre reconocido a los personajes convertirla en una antología de anécdotas de artistas, la mejor antología, la definitiva. Estoy seguro que nadie se daría cuenta y les parecería totalmente creíble.
Ah, esta sabiduría popular, esta sabiduría que nadie sabe ni aprovecha.
Tiembla mundo: la mentira es mi dominio, yo también se manejarla.
4 comentarios
Luthi -
Tristan Fagot -
Ody.Fuera de servicio? me alegro de propocionarte una sonrisa :-)
Salud
odyseo -
antwad -
- ¿Qué, paseando al perrito, no, Einstein?
- Pero qué perrito, Fermi, ¿no ves que es una piedra?
- Fermi se marcha un poco turbado por la respuesta.
- Ves lo que te dije, Sultán, si no ladrabas engañaríamos a Fermi!