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MUCHO DADÁ

Vuelve la canción protestaaaaa

Vuelve la canción protestaaaaa Suena Pablo Milanés en mi cadena. Resuena. Resuena en mí. Me trae recuerdos de infancia, pues era un disco que encantaba a los progres de mis padres. Yo no te pido que me bajes una estrella azul, solo te pido que mi espacio llenes con tu luz, canta mi pasado. Tampoco yo pido una estrella azul, solo pido que mis recuerdos no tengan sabor amargo aun siendo felices.
Cuando pienso en mi infancia pienso en soledad, no se por qué. Me veo a mi mismo entre los millones de libros de mi padre, jugando con ellos, haciendo murallas y castillos para mis playmovil, laberintos para mi hamster blanco. Libros que nunca leía, de hecho me negué a leer un libro hasta los 14 años, a pesar de las súplicas de mi padre que quería un hijo sabio.
Pienso en libros y en niños salvajes. Corre, salta, risas, que te parto la boca, jajajajaja, idiota, eres mi amigo, ya no lo eres, el fin del mundo cada anochecer, un Big Ban al amanecer. Niños perdidos en el infinito que son sus vidas y sus pasiones animales, cada día duraba un año y si era malo parecía que nunca iba a llegar la noche. Niños salvajes, porque yo no lo era, al menos no tanto, ese fue mi problema.
Libros, niños y mi mamá. Siempre en la cocina, dormía dentro de la despensa creo, se duchaba en el bañal, se la llamaba de vez en cuanto para asegurarte de que no estabas solo en casa, para cerciorarte de que no había desaparecido, desaparecido sin darte la merienda, faltaría más, se la llamaba de vez en cuando, cuando te hacías daño o estabas triste para que te abrazara y te apretujara entre sus grandes tetas, y fin del problema.
Libros, niños, mamá, y papá. Papá existía y no existía. Siempre encerrado en su estudio escribiendo palabras y negándomelas a mí. Papá era muy bueno, eso no cabe duda, solía salir conmigo a dar largos paseos de literatura en los que hablábamos de mi tema favorito; los titanes (de estos paseos ya hablaré en otro momento).

Hace poco encontré una libreta de dibujos míos de cuando tenía 7 años, me encantaba dibujar y quería ser arqueólogo o antropólogo. Esa libreta está ahora a mi lado y me sorprendo cada vez que veo lo que contiene, aunque nunca he sido muy del clan Freud .En ella están, creo, las claves de la persona que soy ahora. En su momento abandoné esa libreta sin darle importancia, pero con el tiempo viene a ser un fantástico puzzle de aspiraciones y miedos. Únicamente destacaré los dibujos más significativos (ah, y dibujaba muy bien para mi edad, por eso la complejidad de los temas):
-Un hombre matando un dragón .El hombre tiene una esvástica en el brazo, el dragón tiene cara de bueno.
-Un gran pez destruyendo una ciudad futurista de rascacielos.
-Dos hombres medievales peleando. A uno le falta un brazo y al otro un pierna, los dos sangran copiosamente por las mutilaciones Hay cabezas decapitadas en el suelo.
-Un árbol casi tan grande como el mundo, se ve desde el espacio, yo estoy, creo que soy yo, en la copa.
-Un pequeño submarino aparcado entre coches, en la calle.
-Mis tres hermanas dibujadas como si fueran los hermanos Dalton, de más grande a más pequeña.
-Yo metido en el bolsillo de la camisa de un gigante, sonriendo.
-Un habitante en forma de nube del planeta Urano, debajo están escritas unas cosas en un idioma que no conozco, que no recuerdo.
-Un señor escribiendo. En la puerta hay un cartel de no molestar. De este hay varias versiones:
1. En uno está comiendo y a su alrededor está lleno de platos vacíos y restos de comida
2. En otro está durmiendo encima de sus papeles
3. En otro tiene una bombillita en la cabeza y a su alrededor hay montañas de papeles escritos.
4. En otra versión el hombre se está sacando un moco y en el suelo hay una mierda con moscas.
5. En el último el hombre es claramente mi padre (perilla y calva) y está leyendo un libro de Goya. La puerta con el cartel de no moleste está ligeramente abierta y hay un pequeño niño, creo que soy yo, con cuernos de diablo.

Un día de estos cogeré todos estos dibujos y los enmarcaré en un enorme mural. De momento ya se ha acabado el disco de Pablo Milanés y quizás ponga a los Planetas para volver a la normalidad, a lo cotidiano, a la sonrisilla de medio lado. Si no lo puedes evitar la canción protesta volverá, políticos y banqueros tiemblan, vuelve la canción protestaaaaaaaaa.

Salud

5 comentarios

Rick -

Yo pase horas jugando solo y me gustaba

Recuerdo dibujar en un cuadernin personajes que me harian ser famoso, crear unos zipi zape o el superheroe definitivo.Eran malisimos y no me comi nada.

Txoak -

Yo siempre me sentí mucho más adulto de lo que lo era mi cuerpo!!

De hecho creo que me he hecho algo más niño, o hago más niñerías cada año que pasa...Tal vez cuando sea abuelo (si llego) acabe postrado en una cama mientras alguna enfermera me da la comida a la boca, y me limpian el culo porque yo no me llego y tampoco soy consciente de que he de limpiarmelo...ummm, curioso destino...que llegue ya!

Tristán Fagot -

No se si todos los niños se sienten solos, pero yo me sentía. Tengo una familia fantástica, en mi opinion, pero de niño me sentía como un adulto encerrado en un mundo estúpido y en un cuerpo enano. No se los demás, pero yo no he cambiado casi nada, muy poco, mentalmente desde pequeño, solo ha cambiado mi cuerpo y quizás unas cuantas experiencias personales que no me importan demasiado.
Salud

monitor -

El planeta Tierra es una roca envuelta en polvo de huesos. Cenizas de vencejos, de ballenas y de personas. Algunas de esas cenizas quieren contarle su historia a las cenizas del futuro, pero éstas están demasiado ocupadas viviendo.

Ay, Proust, si fuera cierto que cada vida encierra una novela (me pregunto si hubo algún niño feliz...), cosa distinta es saber contarla. Y sobre todo, ¿a quién?

FeRnopatico -

creo q t entiendo mas o menos...yo tb recuerdo mi infancia por la soledad.

Mi madre escuchaba a sabina, a serrat y a mecano...

Mi padre no era muy de escribir, pero le encantaba ir al monte a andar por el bosque, o ir en bicicleta por caminos de montaña o a ver la nieve, ir a coger setas o moras...me imagino q de ahi viene mi gusto por la naturaleza y el monte.

Los recuerdos infantiles de mi madre son todos de la mujer q soluciona todos los problemas q puedes tener.

Yo tb dibujaba bastante bien (gané varios concursos de comics), hacia dibujos e historietas, en las q habia uno o varios protagonistas estandar...aunq al q siempre tuve cariño fue al malo(malisismo)...el q fuera, un samurai renegado con una cicatriz cruzando su cara y un garfio/garra en la mano, un misterioso malvado del q nunca se veia su cara, pero dueño de una empresa con sucios negocios, un cientifico medio robotico q soñaba con dominar el mundo y una coleccion de esbirros mutantes q me encantaba crear. Siempre era mi personaje mas logrado...creo q esos dibujos han desaparecido ya, pero me gustaria volver a verlos, la verdad. Siempre fui bastante friki.

Tb me acuerdo d esa soledad, los otros niños jugaban al futbol continuamente, vagabundeaban por el pueblo y jugaban a makinitas...yo dibujaba, jugaba a mi game boy, creaba complejos argumentos jugando con mis playmovil o pegaba patadas a un balon contra una pared inventandome una liga con jugadores ficticios...estaba solo con mi imaginacion.