La marca del A.D.N.
Y van pasando las páginas del calendario, el muy idiota no cree en la eutanasia. Y me veo desde un ángulo absurdo que da mucha risa. Salen lentas las palabras, las grabo en mármol al escribirlas. La impresora del vecino esta de fiesta Rave, puesta de tinta hasta las cejas. Los pájaros marugean tranquilamente en la calle. Constato una vez más que me da miedo el cielo de Madrid, tan azul que ofende. Un azul insustancial que amenaza con desmoronarse sobre las tierras de Castilla, que también me dan miedo. Tierras de horizontes cortados con navaja que obligan a los recién nacidos a plantearse la existencia de Dios y a los ancianos a mirar resignados a otro lado. Las antenas de televisión intentan cazar a las golondrinas. Redes de arrastre que extendemos en el otro océano para pescar cualquier cosa que no nos importa. O quizás un ángel. En la terraza de debajo de mi casa los hombres rezan cervezas y patatas mirando a la Meca que hay en sus ombligos. Recuerdo acerca del te más caro del mundo; recogido por manos de adolescentes chinas virginales. Mi lista negra solía ser la guía telefónica, ahora tengo la agenda del móvil. Huele bien el tabaco de liar, a hoguera en un monte asturiano. Y me voy quedando. Y alguien me hecha en cara mis carencias cristianas, mi religión politeísta. Y me habla en el idioma de mis antepasados. Una jauría de fantasmas nihilistas.Sangre vieja, sangre vieja,son todos morcillas curadas.
Y me dice algo sobre un rey tuerto. No, no me duele hoy el ojo izquierdo.
Y me dice algo sobre un rey tuerto. No, no me duele hoy el ojo izquierdo.
3 comentarios
Tristán Fagot -
odyseo -
Raquel -
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